El reloj biológico de los niños puede tardar en ajustarse varios días, debido al cambio de hora, pudiendo producir desajustes del sueño, problemas de atención, irritabilidad, enfados o cansancio.
Pero ¿por qué ocurre si únicamente se trata de una hora de diferencia?
Los niños son más sensibles a los trastornos de sueño y a los cambios de hora. Todo esto guarda relación estrecha con el ritmo circadiano, ese reloj biológico que controla las funciones vitales en el cuerpo humano, como dormir o despertarse, y que en los niños es menos flexible.
Este también va de la mano con el sistema nervioso que en los menores aún está en pleno desarrollo. Por este motivo, su periodo de adaptación al nuevo horario requiere más tiempo, en torno a una semana.
En este reloj interno influye la melatonina, que como todos ya sabéis es la hormona del sueño, la cual regula los ciclos de sueño y vigilia, además de estimular la secreción de la hormona del crecimiento.
Su producción se inicia a los tres o cuatro meses de edad. Hasta ese momento, los ritmos circadianos no están en funcionamiento, y el sueño todavía no está regulado.
Es a partir de los cuatro meses, cuando empieza a funcionar y el sueño comienza a ordenarse. Los niveles de melatonina se van incrementando a lo largo de la infancia, hasta alcanzar el máximo entre los 8 y los 10 años.
Además, la exposición a la luz solar también le afecta: a menos luz, nuestro organismo genera más melatonina y tenemos más sueño, mientras que, si hay luz, disminuye esta hormona y aparece el insomnio.
Desde la mochila educativa, os vamos a dar unos sencillos consejos para lograr cuanto antes la adaptación de los niños al cambio de hora.
1. Retrasa todas las rutinas en casa
Puedes hacerlo unos días antes y por lo menos 15 minutos. Por ejemplo, retrasa la hora de despertar, la de las comidas o la de ir a la cama. Se irán adaptando paulatinamente y nos les resultará tan complicado.
2. Toda la familia debe implicarse
Si has decidido retrasar las rutinas de los niños para prepararlos para el cambio de hora, lo mejor es hacerlo toda la familia. Comprenderán que el cambio afectará a todos y lo verán como algo natural y necesario.
3. Explicarles el motivo del cambio de hora
Cuéntales que el cambio de hora está pensado para el ahorro energético. Puedes aprovechar incluso para explicarles el funcionamiento del reloj y cuándo anochece en otoño y primavera.
4. Medir el tiempo con un reloj digital
A los mayores de 2 años podemos enseñarles en el reloj digital cómo va a cambiar la hora y explicarles que vamos a levantarnos antes para aprovechar la luz solar.
5. Impulsar la actividad física
Para el cambio de horario, no hay nada mejor que favorecer la actividad física, sobre todo, la semana de antes y después del cambio horario. Ayudará a combatir la dificultad para dormir y la falta de energía mediante la estimulación del ritmo cerebral.
6.- Alimentación equilibrada y exposición a la luz solar
Servirá para mejorar su sistema inmune, no lo pases por alto.